¿Qué es el grooming?

Ponerse en contacto e intentar establecer una relación con niños/as y adolescentes que no han alcanzado su mayoría sexual de 16 años, con el objetivo de obtener placer sexual o de tener una relación de carácter sexual.

¿Cómo entran en contacto?

En la mayoría de los casos, al principio, un individuo puede intentar ponerse en contacto con un niño/a a través de servicios en línea. Por ejemplo, puede empezar una conversación en las redes sociales, en un foro o en una plataforma de videojuegos en línea, conservando su identidad o haciéndose pasar por una persona de la misma edad que el niño/a.

Ganarse su confianza:

La persona en cuestión puede intentar establecer una relación de confianza con el/la niño/a.

La persona puede, por ejemplo:

• Hacer preguntas sobre los temas que interesan al niño/a
• Construir la relación entorno a los intereses que tienen en común
• Preguntarle progresivamente como se siente, tratar de saber si él/ella tiene problemas con sus amigos/as o con sus padres
• Si el/la niño/a pasa por una situación difícil, reconocer su malestar
• Definirse como un/a confidente

Una vez que hay confianza y que se establece una relación amistosa o incluso amorosa, la persona puede intentar hablar de temas más íntimos:

Ejemplos de preguntas:

• ¿Te gusta dormir desnudo/a?
• ¿Alguna vez has besado a alguien?
• ¿Usas sujetador o tanga?
• ¿Tienes vello?
• ¿Te están creciendo los pechos?
• ¿Alguna vez te has medido el pene?

Cuando el/la niño/a se sienta en confianza y baje la guardia, la persona puede pedirle cosas que van más allá:

• pedirle que le envíe fotos íntimas;
• enviarle fotos de sus genitales;
• proponer una cita por Internet (por ejemplo, una videollamada);
• proponer una cita para verse en persona.

Tengo motivos para preocuparme si mi hijo/a:

• pasa cada vez más tiempo en Internet y descuida las otras actividades;
• pasa menos tiempo con sus amigos/as;
• a menudo habla con una persona que me resulta desconocida;
• cambia rápidamente la imagen de la pantalla cuando me acerco a él/ella;
• recibe cartas, paquetes o llamadas telefónicas de personas que no conozco;
• tiene dinero que yo no le he dado o ropa y accesorios que no le he comprado;
• falta mucho a clase;
• sus notas empeoran;
• se vuelve agresivo/a;
• se aísla, se encierra en sí mismo/a;
• tiene la autoestima baja.

Creo que mi hijo/a es víctima de grooming. ¿Qué puedo hacer?

• Hablo con mi hijo/a de mis miedos y preocupaciones.
• Le pido más información sobre la relación que mantienen.
• Lo/la escucho sin juzgar.
• Le pido que me deje ver las conversaciones que tiene con esa persona.
• No olvido que, en función de los hechos, la ley puede proteger a mi hijo/a.
• Con su consentimiento, recopilo y conservo pruebas (fotos o capturas de pantalla de los perfiles del individuo y de mi hijo/a, así como de los mensajes que se envían).
• Puedo contactar por teléfono a la comisaría de policía más cercana para informar de lo ocurrido.
• Siguiendo los consejos de la policía:
  • Voy a la comisaría con las pruebas, sólo/a o con mi hijo/a;
  • Pongo una denuncia;
  • Denuncio y bloqueo la cuenta de la persona.

Para ayudarme a acompañar a mi hijo/a:

• No olvido que él/ella es la víctima. Culpabilizarlo/a no resolverá la situación y no hará que se sienta en confianza para contarme lo ocurrido y darme el máximo de información.
• Soy consciente de que puede que a mi hijo/a le resulte difícil aceptar poner punto final a una relación amistosa, o incluso amorosa, que para él/ella era real y sincera.
• Dedico el tiempo necesario a explicar a mi hijo/a que:
  • lo que ha hecho esa persona es ilegal y que por eso recurrimos a la policía;
  • la ley existe para protegerlo/la.
• Propongo un apoyo psicológico a mi hijo/a.